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26 oct 2023
Como reconoce el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), “limitar el calentamiento a 1,5 grados centígrados requerirá eliminar el carbono de la atmósfera además de reducir las emisiones". En una primera aproximación asumimos que el funcionamiento de los edificios supone un consumo de energía y, como consecuencia, una emisión de gases de efecto invernadero (GEI). Las emisiones correspondientes a este consumo de energía durante la fase de uso del edificio, derivadas tanto del uso de climatización (calefacción y refrigeración) como de usos no climáticos (agua caliente sanitaria, electrodomésticos, cocina, iluminación, etc.), se contabilizan como carbono operativo.
Las emisiones de GEI como consecuencia del consumo de energía operativa se han regulado en toda la UE desde la introducción de la Directiva sobre eficiencia energética de los edificios (EPBD).
Sin embargo, la construcción, el mantenimiento, la renovación y el eventual desmantelamiento de edificios e infraestructuras también contribuyen a las emisiones de GEI.
Entre ellas se incluyen las relacionadas con la extracción, el procesamiento, la producción, el reciclaje o la eliminación de materiales de construcción, así como las derivadas del uso de energía cuando se montan, mantienen, renuevan, demuelen o desmontan los edificios. Cuando consideramos las emisiones de GEI asociadas a los materiales de construcción de un edificio y a su ciclo de vida completo (excluidas las emisiones operativas de su fase de uso), hablamos de carbono incorporado.
Se estima que durante los próximos 30 años las emisiones de carbono incorporado representarán casi el 50% de todas las emisiones de carbono relacionadas con la nueva construcción
La EPBD actual no regula aún la huella de carbono total (carbono de por vida) de los edificios y no tiene en cuenta las emisiones de carbono incorporadas en las fases de producción de materiales, construcción, renovación y demolición.
La propuesta actual de revisión de la EPBD supone un primer paso hacia la legislación sobre las emisiones de carbono a lo largo de toda la vida útil en el ámbito de la UE pero los detalles aún se están desarrollando y negociando.
Algunos países han establecido o propuesto requisitos de información sobre el carbono incorporado para proyectos de nueva construcción y valores límite obligatorios de emisiones de GEI. La experiencia de Dinamarca, Finlandia, Francia, Países Bajos y Suecia, los más avanzados en la implantación de medidas de descarbonización, demuestra que la regulación de la huella climática de los edificios es posible y que puede aplicarse en los marcos estatales de los países de la UE. Los marcos reguladores de estos cinco países incluyen metodologías para la evaluación del ciclo de vida de los edificios basadas en la norma internacional EN 15978:2011, que es también la principal norma de referencia del marco europeo LEVEL(s) para calcular el potencial de calentamiento global (PCG) del ciclo de vida de los edificios.
El potencial de calentamiento global (PCG) del ciclo de vida de los edificios tiene por objeto cuantificar las contribuciones de un edificio a lo largo de su ciclo de vida de la «cuna» (la extracción de las materias primas que se utilizan en la construcción del edificio) a la «tumba» (la deconstrucción del edificio y cómo abordar sus materiales de construcción, es decir, valorización, reutilización, reciclaje y eliminación)(…). El enfoque de la cuna a la tumba permite encontrar soluciones de diseño de construcción que busquen un equilibrio óptimo entre el carbono incorporado y las emisiones de carbono en la fase de uso. [1]
Ciclo de vida de un edificio Fuente: https://econova-institute.com/que-es-el-ciclo-de-vida-de-un-edificio/
La agenda para la descarbonización del sector en cada uno de estos países ha pasado, con ligeras variantes, por una secuencia de cinco fases:
El origen de esta agenda fue firma del Protocolo de Kyoto en 1997. Actualmente, la estrategia está basada en el Pacto Verde Europeo (2019) y en la Ley Climática Europea, que dimana de dicho Pacto, y que establece la obligatoriedad de alcanzar la neutralidad climática en 2050.
A estos efectos conviene distinguir entre neutralidad climática, compromiso de la UE para 2050, y neutralidad de carbono, compromiso de China para 2060. La neutralidad climática hace referencia a conseguir que sea nula la influencia sobre el clima del conjunto de elementos derivados de la actividad humana (dióxido de carbono, otros gases de efecto invernadero y el resto de elementos derivados de actividades antropogénicas, como aerosoles, uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y silvicultura y, finalmente, estelas de aviones). La neutralidad de carbono se refiere únicamente a conseguir que las emisiones netas de dióxido de carbono —el principal de los gases de efecto invernadero, pero no el único— sean nulas. Este último compromiso no considera, por tanto, el resto de gases de efecto invernadero ni otros factores causantes del cambio climático. Es decir, el compromiso recientemente anunciado por el Gobierno de China —por otra parte, de enorme trascendencia— es que sus emisiones de CO2 deben ser compensadas por sumideros, no haciendo, por tanto, referencia alguna al resto de elementos que causan el calentamiento de la atmósfera. [2]
La Directiva Europea de Eficiencia Energética (EPBD) establece los instrumentos metodológicos para la puesta en marcha de toda esta estrategia, que debe superar el enfoque basado en la eficiencia energética para acometer también la reducción de la huella de carbono incorporado.
En España, la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de Cambio climático y transición energética, establece el marco para asegurar el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París, facilitar la descarbonización de la economía y su transición a un modelo circular y promover la adaptación a los impactos del cambio climático y la implantación de un modelo de desarrollo sostenible. A escala estatal, la Base de datos nacional de edificios y el Plan nacional de rehabilitación de edificios son los instrumentos que proporcionan el conocimiento y la hoja de ruta para alcanzar los objetivos de neutralidad climática.
La Base de datos nacional de edificios es un repositorio público de datos del parque inmobiliario nacional abierto a todos los agentes y conectado con el Observatorio UE. El Plan nacional de rehabilitación de edificios recoge la visión general y la hoja de ruta a largo plazo para garantizar un parque inmobiliario descarbonizado y altamente eficiente.
Por su parte, a escala de los edificios, el Libro digital del edificio y el Pasaporte de rehabilitación son las herramientas establecidas como bases de conocimiento y estratégicas para impulsar la transición hacia el modelo planteado. El Libro digital del edificio se plantea como un registro delos datos y actuaciones más relevantes a lo largo de todo el ciclo de vida del edificio. El Pasaporte de rehabilitación contiene la visión estratégica de los pasos del proceso de rehabilitación profunda del edificio también a largo plazo.
Varias revisiones bibliográficas han identificado datos clave que aconsejan centrar las actuaciones en seis ejes:
Como vemos, alcanzar la neutralidad climática requiere actuar de forma integrada en multitud de frentes, pero si algo queda claro es que la reutilización y rehabilitación del parque construido se convierte en un imperativo.
Según la Comisión Europea, los residuos de construcción y demolición (RCD) representan más de un tercio de todos los residuos generados en la UE. [3]
Tanto a escala de edificio como de sistemas constructivos o de materiales individuales, prolongar la vida útil de lo ya construido implica la mayor reducción de carbono incorporado en el menor plazo posible. Hoy ya es posible simular las emisiones incorporadas y operativas para diferentes escenarios de intervención y encontrar el mejor compromiso entre emisiones totales de carbono y el marco de tiempo en el que tienen lugar, teniendo presente que las emisiones evitadas hoy valen más que las reducciones esperadas en el futuro. En un enfoque aún más ambicioso, los edificios empiezan a ser contemplados como verdaderos bancos de materiales para proyectos actuales y futuros.
Sin embargo la puesta en marcha de todas estas propuestas no está libre de obstáculos. Evitar o minimizar por completo las nuevas construcciones, a pesar de ser la forma más eficaz de reducir las emisiones de carbono incorporadas, no siempre es posible. Dimensionar correctamente las grandes inversiones de capital en las cadenas de valor del sector de la construcción en este nuevo contexto, especialmente cuando las propias inversiones implican una cantidad sustancial de carbono incorporado, resulta un objetivo complejo con implicaciones intersectoriales complejas. La armonización de las regulaciones e instrumentos para la descarbonización en toda Europa podría acelerar el proceso. Pero la gran dependencia del contexto de cada enfoque estatal actual llevará a compromisos entre la armonización y las medidas de cada país. La reducción de carbono incorporado ha demostrado, en base a los estudios realizados, tener como resultado una reducción de costes. Lo que podría interpretarse como un dato positivo podría, sin embargo, tener como consecuencia un efecto rebote (el aumento de la eficiencia generaría un ahorro de costes que, a su vez, provocaría un aumento del consumo o del uso). Por lo que se refiere al uso de materiales reciclados, el mercado aún no está maduro ni regulado. La falta de códigos impide en parte normalizar su prescripción y uso y su disponibilidad exige coordinación, flexibilidad y adaptación logística. Las dificultades para la reutilización de algunos materiales, especialmente hormigones, aceros y vidrios, precisa de esfuerzos suplementarios en todas las fases del proyecto que requieren soluciones poco convencionales.
El empleo de algunos materiales de almacenamiento de carbono se encuentra en una etapa temprana de implantación y aunque están disponibles en el mercado aún no se han aceptado completamente e incluso despiertan reticencias entre profesionales y usuarios. El uso de materiales a base de madera, lino, cáñamo, celulosa, fibra de madera o corcho puede contribuir a transformar el sector de la construcción en un sumidero neto de carbono pero su gestión debe planificarse para no comprometer otros sistemas biofísicos igualmente relacionados con la estabilidad del clima del planeta.
A pesar de todas las dificultades, el empleo de materiales poco procesados, biogénicos, de ciclo cerrado y de rápida regeneración se presenta como una actuación ineludible. Un conocimiento profundo de las propiedades y aplicaciones de estos materiales naturales, tanto de origen vegetal como mineral, será imprescindible como base para la transformación tecnológica y digital a la que apunta el sector. La necesidad de reducir las emisiones incorporadas en el menor plazo posible hace de la incorporación de materiales sumideros de carbono una prioridad que, indirectamente, permitiría la transición hacia un modelo económico, técnico y social alrededor de la biomasa y el sector primario.
“La construcción con estos materiales biogénicos también promete catalizar nuevos centros de fabricación, crear puestos de trabajo, ofrecer oportunidades de formación y educación, y reducir la necesidad de métodos tradicionales de eliminación de fibras de desecho que generan muchas emisiones (por ejemplo, incineración, vertido, compostaje)” [4]
Desde la simple sustitución uno a uno de materiales convencionales por otros de base natural hasta la generalización de la investigación, fabricación y aplicación de estos materiales se abre un vasto campo de posibilidades de desarrollo que tienen el potencial de generar nuevos enfoques tecnológicos, productivos, formativos y económicos. La colaboración interdisciplinar e intersectorial será una herramienta fundamental en la transición a un modelo basado en una visión del sector radicalmente diferente al que conocemos. Las experiencias que ya se están poniendo en marcha desafían los marcos de actuación habituales y obligan a redefinir el papel de los intervinientes en el proceso y su capacitación.
[1] Dodd, N.; Donatello, S. y Cordella, M. Indicador 1.2 de Level(s): Potencial de calentamiento global (PCG) del ciclo de vida. Manual del usuario: Información introductoria, instrucciones y orientaciones (versión 1.1) [2] https://www.revistadeobraspublicas.com/articulos/la-descarbonizacion-de-la-edificacion-un-desafio-sin-precedentes/ [3] https://environment.ec.europa.eu/topics/waste-and-recycling/construction-and-demolition-waste_en [4] Kriegh, J., Magwood, C., Srubar, W. (2021). Carbon-Storing Materials: Summary Report
• La descarbonización de la edificación. GBCe. https://gbce.es/documentos/Informe_La-descarbonizacion-de-la-edificacion.pdf • Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética. https://www.boe.es/eli/es/l/2021/05/20/7/con • Volt, Jonathan ; Fabbri, Mariangiola ; Zuhaib, Sheikh ; Wouters, Peter. (2020). Technical study on the possible introduction of optional building renovation Passports – final report. BPIE , Directorate-General for Energy (European Commission) , INIVE. https://op.europa.eu/en/publication-detail/-/publication/a38ea088-aead-11ea-bb7a-01aa75ed71a1/language-en • Dourlens-Quaranta, S., Carbonar, G., De Groote, M. et al. (2021). Study on the development of a European Union framework for digital building logbooks – final report. Executive Agency for Small and Medium-sized Enterprises (European Commission). https://op.europa.eu/en/publication-detail/-/publication/40f40235-509e-11eb-b59f-01aa75ed71a1/language-en • Slow studio. (2022). Jornadas de descarbonización de la arquitectura. (2022). https://www.slowstudio.es/news/jornadas-descarbonizacion-arquitectura • COAC Arquitectos. (2023). Descarbonizando la arquitectura. Los instrumentos clave. https://www.youtube.com/watch?v=AGewu1RzJCU • COAC Arquitectos. (2023). Descarbonizando la arquitectura. El gran reto: materiales sostenibles y estrategias bioclimáticas. https://www.youtube.com/watch?v=3mBFrgvnPA0 • Embodied carbon regulation in the european construction sector. An analysis of the economic impact. (2023). Shifting paradigms. • Whole life carbon models for the eu27 to bring down embodied carbon emissions from new buildings. Review of existing national legislative measures. (2022). Ramboll. • Material carbon emissions guide. (2022). Builders for climate action. • Biogenic construction: materials architecture tectonics. (2023). Copenhagen: Center for industrial architecture (CINARK).
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